RECORDANDO A CARMEN
Carmen Rodríguez, de solo 40 años, nos dejó este pasado 19 de agosto de una manera muy repentina. Esta pérdida, junto con la muerte de Luis Hernán Baca “Mero”, ha dejado un hueco inmenso en los corazones de nuestros amigos y colegas de COEAS, pero también ha dejado uno en los corazones de todo el equipo de TWP.
Es increíble pensar que gente buena en este mundo se va tan temprano, pero no tenemos duda de que la huella que ha dejado Carmen será recordada para siempre. Una mujer que amaba su familia, sus amigos, su esposo, los animales y la protección del medio ambiente es un ejemplo a seguir. Ella y Mero han dejado un legado y un ejemplo que pocos dejan cuando se van.
Todo el equipo del programa Mesoamericano de TWP tuvo el placer de trabajar con Carmen por unos años, y fue un privilegio ver y sentir su amor y pasión por la montaña. Esta noticia nos dejó a todos en shock, y nos recuerda lo rápido que la vida puede cambiar, y nos abre los ojos a ser más intencionales con nuestros seres queridos, nuestro trabajo, y misión de vida.
Testimonios:
“En medio del caos, la indecisión y el alboroto, Carmen María era ese árbol enraizado y fuerte al que se aferraba el comité. Al mismo tiempo, era esa sonrisa cálida con la que nos recibía, siempre seguida de un gran abrazo. Por eso no nos sorprendió ver tanta gente en su despedida: porque era leal, amiga, compañera, profesional, deportista y amante de los perros. Nunca ayudaba ni quería a medias; lo hacía con todo, como su abrazo, como su sonrisa, como su amistad. Y su ausencia se siente en todo. Aún espero que me responda. Aún es difícil de creer.” - Tania Erazo, COEAS
“Si me pidieran hablar de amor, felicidad y alegría, con seguridad hablaría de Carmen María” - Manuel Garcia, COEAS
“Carmencita fue una persona que hacía todo con muy buenas intenciones siempre, jamás era mal intencionada, creo que nunca he conocido a alguien que sea tan buena gente. Nunca era con una segunda intención cuando ella hacía algo, o para hablarle a la gente que conocía, así como ella abrazaba, porque ella cuando saludaba a la gente apretaba bien fuerte porque era de verdad y así lo sentía. Siempre amante de los animalitos, los perritos y la naturaleza…todo lo que ella hizo, lo hizo con mucho amor, mucho cariño, y siempre lo hizo de corazón y daba lo mejor de ella. - Douglas Garcia, COEAS