Alimentando el Futuro

Nuestros socios en toda Mesoamérica tienen muy claro que los jóvenes son el futuro de sus esfuerzos y de sus comunidades.

Nuestros socios en toda Mesoamérica tienen muy claro que los jóvenes son el futuro de sus esfuerzos y de sus comunidades.

Aunque muchos de nuestros socios se centran en programas que mejoran la seguridad alimentaria de los jóvenes y las familias, también trabajan para integrar a los jóvenes en esos programas, asegurando que se transmitan los conocimientos y las prácticas.

Uno de nuestros socios a largo plazo en Guatemala, Utz' Che, está incluyendo a representantes de los jóvenes en su programa de agricultura familiar sostenible. El programa, que incluye una variedad de capacitaciones sobre técnicas sostenibles como la agricultura circular, el biocarbón, el control biológico de plagas, el compostaje y muchas otras, mejora la seguridad alimentaria de los familiares al tiempo que integra los conocimientos ancestrales mayas. El programa de este año integró a 45 nuevas familias, entre ellas muchos jóvenes, que aprenden y practican estos métodos junto a sus familias.

De manera similar, nuestro otro socio en Guatemala, Fundebase, está incluyendo a jóvenes en su programa de agroecología. Con el objetivo a largo plazo de generar una red de promotores y formadores de agroecología comunitaria, el programa incluye talleres sobre métodos agroecológicos, apoyo para aplicar esos métodos en parcelas familiares y facilitación de intercambios comunitarios. La mayoría de los líderes de este programa son mujeres jóvenes que trabajan juntas para establecer redes sólidas de agroecología basadas en la comunidad.

Arraigadas en los conocimientos ancestrales, el reforzamiento de estas prácticas agroecológicas apoya la soberanía alimentaria de la comunidad, al tiempo que tiende importantes puentes entre las generaciones pasadas y futuras. Si bien estos esfuerzos de desarrollo juvenil tienen como objetivo construir un futuro con seguridad alimentaria, también buscan conectar a los jóvenes con los conocimientos y las prácticas que sustentaron a sus ancestros durante generaciones. En este contexto, nuestros socios comprenden profundamente los vínculos entre la soberanía alimentaria y la continuidad cultural, y ven a los jóvenes como la clave para ambas.

En Guatemala, y en todos los esfuerzos que apoyamos en El Salvador, Honduras y México, nuestros socios siempre piensan en generaciones futuras.

Entienden que invertir en la salud de la tierra es un regalo para la próxima generación, e invertir en la próxima generación es un regalo para la tierra, si seguimos construyendo la conexión entre ellas.

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