Soberanía Indigena en Guatemala

Por Daniela Bueso, Co-Directora del Programa Centroaméricano

Personal de Utz Che' y miembros de La Bendición durante la conmemoración del vigésimo primer aniversario de la comunidad, donde celebran haber resuelto el pago de la deuda agraria del territorio que ocupan y poseen desde 2001.

Durante siglos, los pueblos indígenas de toda América Latina han luchado contra la colonización, el desplazamiento, los derechos territoriales, y la recuperación de su soberanía indígena. En Guatemala, la guerra civil (1960-1996) provocó el desplazamiento de miles de personas en todo el país, obligándolas a emigrar a otros países vecinos.  Después de los Acuerdos de Paz en 1996, muchas familias regresaron de México, donde se habían refugiado. A su regreso, encontraron que sus tierras no fueron reintegradas en sus territorios. Así fue como nació Utz Che', con grupos de comunidades desplazadas que se unieron y aplicaron al Fondo de Tierras, una organización gubernamental enfocada en el acceso a la tierra y el desarrollo sostenible en Guatemala.

 En 2011, más de 100 familias desplazadas se autoorganizaron para comprar un terreno. Estas familias vinieron de la región norte de San Marcos y Huehuetenango, trayendo una interesante combinación de cultura e idioma (Mam y Español), para construir una comunidad ahora conocida como "La Bendición", ubicada en el Departamento de Escuintla. Hoy en día, aproximadamente 75 familias residen en La Bendición y la comunidad sigue destacándose por su fuerte liderazgo y capacidad de autogestión. Estas familias emprendieron la tarea de buscar tierras cultivables para establecerse y comenzar una nueva vida. Se fortalecieron y lograron obtener el apoyo necesario para cambiar gradualmente la comunidad y hacerla más habitable. La Bendición fue retomada de las cenizas por familias que siempre lucharon por un futuro mejor y reclamaron sus derechos.

Vista al bosque comunitario desde la Casa Comunal en La Bendicion

Después de varios años de lucha, La Bendición logro una gran victoria, en junio del 2022, cuando finalmente celebraron haber resuelto el pago de la deuda agraria del territorio que ocupan y poseen desde el 2001, un proceso de lucha comunitaria y perseverancia por el acceso a la tierra en Guatemala cuyas condiciones han representado desafíos, sacrificios y el ejercicio de derechos. Ahora, el Bosque Comunal tiene una extensión territorial de 569.6 hectáreas, adyacentes a sus fincas locales, con múltiples uso.

“Repecto a la tierra, es un alivio saber que es nuestra. Respecto al bosque, es vida, porque nosotros, la comunidad, tenemos esa relación entre comunidad y el bosque. Lo defendemos, y hacemos trabajo, hacemos brechas y lo cuidamos, no porque nos incentivan, sino por la relación que tenemos tanto la comunidad como la gente con el bosque, porque sabemos que desde ahí tenemos agua, tenemos aire, es decir, el bosque es vida para nosotras como La Bendición, como mujeres, y como habitantes de la comunidad”.

Lesbia Perez, Lider Comunitaria

Ahora, no solo cosechan los beneficios de proteger el suelo, las cuencas hidrográficas, los árboles y la flora y fauna, sino que finalmente obtienen el derecho a la auto determinación, la autonomía y la legitimidad como comunidad soberana. Permitiéndoles recuperar su cultura, idioma, sistemas sociales y legales, estructuras políticas y relaciones con su tierra.

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